¿Qué es la Física Cuántica?
La física cuántica es una teoría que describe cómo funciona el mundo a escalas muy, muy pequeñas. Es una teoría científica, es decir, su validez reposa sobre experimentos. Si los experimentos diesen resultados diferentes a los que predice la teoría, tiraríamos la física cuántica a la basura.
En la ciencia no hay Biblia que diga “lo que aquí se dice es verdad y lo será siempre”. El cementerio científico está repleto de hermosísimas teorías que, en su momento, parecían ciertas. Nada nos hace tan felices a los científicos como demostrar que nuestros predecesores estaban equivocados.
¿Porqué la Física Cuántica es tan fascinante?
Porque predice efectos que desafían a nuestra intuición. Niels Bohr, uno de los padres de la teoría, decía que “aquel que no se extrañe cuando le expliquen la mecánica cuántica, es que no ha comprendido nada”.
La mecánica cuántica no es la única teoría que predice “cosas raras”. Que la Tierra es redonda, que la Luna no tiene luz propia, que los océanos y las nubes están formados por el mismo compuesto o que cierto bichillo es el responsable de la malaria, son cosas que hoy nos parecen evidentes. Pero no lo son: los humanos las desconocimos durante la mayor parte de nuestra historia. Y eso que los antiguos eran bastante espabilados. En el siglo IV a.C., los astrónomos chinos ya predecían los eclipses lunares con precisión.
¿La Física Cuántica sirve para algo más que hacerse manolas mentales?
Los físicos que construyeron la teoría cuántica a principios de siglo, revolucionaron el mundo. Eran un puñado de teóricos que buscaban “descifrar la realidad” y a quienes no preocupaba demasiado si sus investigaciones “tendrían aplicaciones”.
Pero los ordenadores sólo fueron posibles porque ellos descubrieron las ecuaciones que gobiernan el comportamiento de los átomos. Sin la física cuántica tampoco tendríamos telecomunicaciones modernas ni radioterapia. Prácticamente todos los procesos industriales, desde la producción de aviones a medicamentos, usan luz láser, un fenómeno que se descubrió como solución matemática a ciertas ecuaciones de la mecánica cuántica.
Hemos nacido en un mundo cincelado por la imaginación de gigantes como Einstein, Bohr, Heisenberg o Dirac. Por cierto, la Web la inventó otro físico mientras trabajaba en el Laboratorio Europeo de Partículas.